Por primera vez, un trasvase del Tajo provoca un doble enfado en todas las partes implicadas. El portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando, ha asegurado que, como siempre, lo recurrirá y ha urgido al Ejecutivo nacional a que avance en la búsqueda de alternativas para poder ver resultados «lo antes posible». Desde Alicante, Asaja ha denunciado que llega «mal y tarde»y señalan la necesidad de que la política hídrica se afronte con mayor «rigor» y «responsabilidad».

Hernando ha resaltado que el Ejecutivo castellanomanchego «no está de acuerdo jurídicamente» en cómo se ha planteado el trasvase, y ha afirmado que el Gobierno regional seguirá luchando «para que no haya trasvases en Castilla-La Mancha ni en el conjunto de España».

CLM insiste en que el Gobierno de Sánchez debe apostar por uso de las desaladoras, y que lo haga «cuanto antes»

Según el portavoz regional, lo que no puede entenderse es que «una región seca tiene que trasvasar el poco agua que tiene a otra región seca», máxime habiendo otras opciones y soluciones «mucho más ventajosas» como las desaladoras.

Y en este punto, no ha ocultado su rechazo dentro de este doble enfado que se ha creado y ha pedido al Gobierno de España que avance «en ese camino que dio a entender que iba a avanzar» del uso de las desaladoras, y que lo haga «cuanto antes».

En la misma línea, durante una visita junto al presidente regional, Emiliano García-Page, a Cabañas de Yepes (Toledo), el consejero de Medio Ambiente, Francisco Martínez Arroyo, ha expresado su deseo de que «en los próximos meses» el trasvase sea «una solución extraordinaria y nunca un recurso ordinario para resolver la política del agua», que a su juicio debe ser «mucho más que recurrir a un trasvase», ha manifestado.

Además, Martínez Arroyo ha reiterado el compromiso del Gobierno regional en materia de agua y su defensa como el «recurso más importante» que tiene la región y con el que construir su futuro.

Asaja Alicante exige «un Pacto de Estado para consensuar un Plan Hidrológico que ordene, planifique y gobierne los recursos existentes»

Por su parte, Asaja Alicante también se ha sumado a este doble enfado ha afirmado que la autorización del trasvase de 20 hectómetros cúbicos (hm3) llega «tarde» y «mal», y señalan la necesidad de que la política hídrica se afronte con mayor «rigor» y «responsabilidad».

El presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte, aunque reconoce que «el agua es bienvenida», denuncia que «paralizar el trasvase ha sido una irresponsabilidad clamorosa» que, a su juicio, «demuestra el gran desconocimiento que tienen sobre el sector agroalimentario».

Según la asociación de agricultores y ganaderos, el trasvase Tajo-Segura mantiene el 61,65% de la superficie utilizada para la agricultura de regadío de la provincia de Alicante, actividad que «sostiene la economía de muchísimos municipios».

En este sentido, exigen al Gobierno que actúe «para erradicar la guerra política del agua» y que retome «un Pacto de Estado para consensuar un Plan Hidrológico Nacional que ordene, planifique y gobierne los recursos existentes», atendiendo al déficit «estructural» de sequía que padece el sudeste peninsular.

Desde ASAJA destacan que la cuenca del Segura se encuentra al 24% de su capacidad, con 277 hm3 almacenados, mientras que la del Tajo se halla al 60 % con 6.000 hm3, y también denuncian que «se echan a perder» al mar más de 50.000 hm3 al año.

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