«Ence no utiliza paja que pueda ser alimento para el ganado», así de contundente se mostraba la empresa de energía y celulosa después de que La Unión de Extremadura comunicase su intención de reunirse con sus responsables para pedirles que no consumiesen la paja de cereal que sirve para alimentar al ganado mientras durase la sequía, tal y como había solicitado también a Acciona en una reunión celebrada este pasado lunes.

No es Acciona y parece que tampoco es Ence, pero la realidad es que el ganado sigue sin tener alimento, por lo que la organización agraria ha pedido a la administración regional que ponga en marcha una línea de ayuda para transportar la paja que va a tener que traer desde zonas cerealistas como Castilla y León.

«Ence no compite con otros posibles usos prioritarios de la biomasa»

Por parte de la compañía celulosa, la reacción no se hizo esperar mucho y en nota de prensa declaró el mismo día que no consume para la generación de energía ningún tipo de biomasa que pueda ser utilizada para la alimentación del ganado, la paja incluida, según establece el Decálogo de Ence para la Sostenibilidad de la Biomasa como Combustible.

Ence, que presentó este Decálogo el pasado mes de julio, garantiza el compromiso permanente de la compañía con la sostenibilidad en la utilización de la biomasa y el cuidado del medio ambiente en el aprovechamiento de esta fuente renovable de energía.

La compañía recalca que dicho decálogo destaca que «Ence no compite con otros posibles usos prioritarios de la biomasa, como son la alimentación del ganado.» De igual forma, la compañía garantiza que no utiliza biomasa procedente de cultivos energéticos en tierras aptas para la agricultura y la producción de alimentos.

Asimismo, la marca señala que «los compromisos de Ence parten del respeto al entorno natural, para lo que garantiza el mantenimiento de la capacidad de renovación de la biomasa y la calidad del suelo. Además, no quema rollizo de más de 10 centímetros, ni emplea en sus plantas de biomasa madera cultivada de especies invasivas.»

HA SOLICITADO una línea de ayudas para el transporte de la paja  que ascendería a 26 millones de EUROS

Por su parte, la Unión de Extremadura ha comunicado que los ganaderos extremeños van a adquirir durante los próximos tres meses alrededor de 616.500 toneladas adicionales de paja de cereal para compensar la pérdida de hierba y pasto debido a la sequía, para dar la ración de volumen a las 1.370.000 UGM que existen actualmente en la región de ganado bovino, ovino y caprino.

Esta paja, que será suministrada principalmente de las zonas cerealistas de Castilla y León, con una media alrededor de los 550 km de distancia, por lo que el producto se encarece por los costes de transporte, ya que al precio hay que añadirle alrededor de 42,5€ del trayecto.

En este contexto y de acuerdo con la normativa comunitaria, la Unión de Extremadura ha solicitado a la Administración Regional una línea de ayudas para el transporte de la paja para los próximos tres meses y que ascendería a un importe de 26 millones de euros, según la organización.

«Entendemos que esta línea de ayudas se puede financiar a través de las ayudas de mínimis y por lo tanto es perfectamente compatible con la normativa que exige la U.E y al mismo tiempo no distorsiona el mercado ya que el coste subvencionado no genera competencia desleal con los ganaderos que no padecen la sequía o que tienen la paja más cerca de sus explotaciones.»

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