Hace unas semanas el lobo atacaba al ovino en Tardienta, y hace pocos días ha sido el oso Neré el que ha atacado de nuevo cerca de Aragüés del Puerto, lo que ha provocado un nuevo enfado de los ganaderos aragoneses y de UAGA, que insiste en que el oso y el lobo no son compatibles con la ganadería extensiva en los Pirineos.

En este sentido, la organización agraria recuerda que lleva años solicitando al Gobierno de Aragón que se adopten medidas  para evitar estos ataques con más medios, más información y colaboración por parte de todos. «Los ganaderos tienen que asumir riesgos ante ésta situación, y esto desincentiva que se invierta en pequeñas explotaciones lo que se traduce en un aumento de la despoblación en el medio rural», lamenta UAGA.

Sin embargo, esta situación no es solo un problema de Aragón, el primer ataque de la temporada del oso Goiat en el Pirineo de Lleida se produjo el pasado fin de semana, tras su periodo de hibernación. Esta vez, ha matado a un potro en Arres (Val d’Aran).

Se trata del mismo oso que, el año pasado, cometió unos 40 ataques a ganado tanto en territorio catalán como francés en los Pirineos. En total, pasó unos tres meses en Francia.

Generalitat de Catalunya, Conselh Generau d’Aran, gobiernos de Aragón y Navarra y el Ministerio para la Transición Ecológica han activado la segunda fase del protocolo de intervención para conseguir ahuyentar al oso y que cambie sus hábitos.

Algunas de las actuaciones consisten en el uso de la pirotécnica, balas de fogueo o balas de caucho. Medidas que se aplican cuando el animal «tiene una conducta inadecuada», tal como explica el Conselh Generau d’Aran.

Si mediante estas medidas no se consigue el propósito, se elevará el asunto al grupo de trabajo previsto en el protocolo para que valore la posibilidad de sacar a Goiat de la zona.

×