La cosecha de cereales ha terminado ya en toda España en una campaña cuya valoración, en cuanto a volúmenes previstos, difiere en función de las fuentes consultadas, que hablan de que estará en la línea «media», «buena» o, incluso, que será «espectacular» y que contrasta con la pésima de la UE por la sequía.

Aunque unos se muestran más comedidos y otros más optimistas, todos han coincidido en señalar que la campaña comenzó con una siembra muy complicada, en el último trimestre del pasado año, con un terreno extremadamente seco, a consecuencia de la sequía que entonces castigaba el campo, y que provocó problemas de nascencia.

Las lluvias de febrero mejoraron bastante las expectativas iniciales -en cualquier caso ya se sembró menos superficie por temor a no poder sacar adelante la cosecha por la falta de agua- pero, según continuaban y «no paraban», provocaban problemas, para entrar al terreno con el tractor, lo que, en algunas zonas, era casi imposible.

Cooperativas: «Tenemos mucha cosecha» para satisfacer las necesidades de las grandes industrias españolas ganadera y de piensos

Al no dejar de llover en los meses siguientes se complicaron los tratamientos de fertilizantes (de cobertera), así como de fitosanitarios (problemas con malas hierbas), que se lavaban (la lluvia se llevaba el tratamiento), y, en algunos casos hubo que repetir; además, ya en verano, hubo brotes nuevos, que ensuciaban la cosecha.

El director de cultivos herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias, Antonio Catón, a la espera de que a lo largo de septiembre se conozcan nuevos datos, asegura que la «cosecha va a ser espectacular» -en julio se avanzaban unos datos de unos 23,8 millones de toneladas-, con unos rendimientos considerados como «históricos».

Catón ha explicado que, con toda seguridad, estaremos ante la tercera mejor cosecha (desde 1990) en valores absolutos, pero con un rendimiento medio histórico que supera la barrera de las 4 toneladas por hectárea (4,08 t/ha) y por encima de las, hasta el momento, cosechas más altas de 2013, con 3,91 t/ha y un total de 24,1 millones t y de 2016 (3,89 t/ha y 24 millones t).

Ha añadido que lo fundamental es que «tenemos mucha cosecha», sobre todo, para satisfacer las necesidades de las grandes industrias españolas ganadera y de fabricación de piensos y que «hace que nuestro cereal valga dinero».

Los precios «son los de hace 25 años y esta situación esta «diezmando la superficie de cereal»

El responsable sectorial de cereales de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Gallardo, ha indicado que, aunque la cosecha será mejor que la del pasado año (los estragos de la sequía la redujeron a algo más de 15 millones t), la de este, por tener que repetir tratamientos, además de problemas por fauna cinegética, ha encarecido los costes de producción del agricultor.

Sin embargo, ha criticado que «los precios son los de hace 25 años» y esta situación esta «diezmando la superficie de cereal» en detrimento de los leñosos, así en Andalucía y Castilla-La Mancha apuestan por el olivar; por el almendro también en La Mancha y Castilla y León y por el pistacho en las zonas de montaña.

Gallardo también ha dado cifras, pero con previsiones a la baja para España (17 millones t de cereal de invierno a los que hay que sumar unos 3 millones para el maíz que se siembra en primavera), si bien mejoran las del pasado año y ha apuntado que en el resto de la UE habrá «una merma importante, de entre el 5 y el 8 %».

Para COAG, el mercado «está ahora un poco parado», si bien las tendencias apuntan a que el irá más bien al alza

El responsable técnico de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Pablo Resco, ha apuntado, sin dar cifras, que estaremos ante una cosecha buena -del estilo del 2016- y unos buenos rendimientos y que, a pesar de las dificultades iniciales, las preocupaciones se han ido disipando.

Ha explicado, respecto a la campaña de comercialización, que el mercado «está ahora un poco parado», si bien las tendencias apuntan a que el irá más bien al alza, pero son expectativas para un mercado, cuyos precios se conforman a nivel internacional.

El cereal es una «commodity» internacional, que cotiza en las bolsas mundiales, por lo que es un mercado que fluctúa constantemente y al que también le influye el precio del petróleo.

Preocupa que algunos fabricantes de piensos y de harinas hablen de aumentar precios, que es «absolutamente injustificado»

El secretario de agricultura de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Ignacio Senovilla, ha recalcado que, aunque la cosecha en España este año será «buena», ante el panorama mundial -en la UE la cosecha de cereales sufrirá un fuerte recorte debido a las extremas condiciones meteorológicas- es «sorprendente que los precios estén casi como el año pasado, y eso nos preocupa».

Ha lamentado que algunos fabricantes de piensos y de harinas hablen de aumentar precios -si bien todavía no han perpetrado esas subidas- que es «absolutamente injustificado» y ha criticado los bajos precios que reciben los agricultores por sus cosechas a pesar de que el peso específico (la calidad) del cereal es «muy buena».

Con una producción de cereales destinada a alimentación animal, Senovilla ha resaltado que algunos agricultores están tratando de recuperar la producción de trigo panificable -hoy en día hay déficit en España-.

En líneas generales, con un consumo en España del orden de 35 millones de toneladas de cereales (con una media de producción de unos 24 millones t, se importa unos 12 millones t), apenas 5, aproximadamente, de destinan a consumo humano.

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