La marcha en defensa de la supervivencia del mundo rural ha contado en Madrid por primera vez con el apoyo de todos los partidos políticos, desde Podemos a VOX. Ganaderos, agricultores y cazadores se han unido para protestar por lo que consideran abandono y persecución del medio rural. Un respaldo que no ha gustado a todo el mundo por la politización de la misma.

Con esta protesta, el campo se traslada al asfalto de Madrid, ya que agricultores y ganaderos se manifiestan en defensa del mundo rural, así como contra la prohibición cautelar de la caza en Castilla y León y por la revitalización de los pueblos.

En la cabecera de la marcha, PP, Vox y Ciudadanos. Pablo Casado ha acudido al inicio para apoyarles: «Esto es una amenaza a la economía nacional y la libertad de los españoles para decidir que es lo que quieren hacer con pleno respeto a los animales y la fauna».

Podemos también respalda la causa: «Queremos que haya un sistema sostenible», ha defendido Paula Valero, diputada. Aunque algunos asistentes les han increpado al grito de «sinvergüenzas» y defendiendo que la formación morada «nunca» les ha apoyado.

Ciudadanos defiende el papel de la mujer en el campo: «La mujer en el mundo rural está doblemente discriminada», asegura Miguel Ángel Garaulet, portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Agricultura.

Y Vox, las tradiciones del mundo rural: «La España rural es la defensa de la libertad de la propiedad, de la economía, de las tradiciones», ha defendido Javier Ortega Smith. Todos unidos por la visibilidad de más de 16 millones de personas que viven en las zonas rurales en España.

Demasiado respaldo político para una protesta que nacio del propio mundo rural

Los manifestantes, en cambio, no estaban especialmente satisfechos por la presencia de políticos en su protesta: «¡Esos jetas no nos representan!», coreaban de camino al Bernabéu, donde terminaba la marcha. «El 15 de junio no estuvieron aquí porque no había elecciones cerca».

Los participantes en la marcha han destacado la importancia en la economía que tienen todos sus sectores. «Madrid, recuerda que la comida que consumes viene del campo», decían por megafonía. Asimismo, uno de los principales mensajes que querían transmitir en la capital es que la gente que vive del campo es la que más lo respeta, porque se trata de su medio de vida. «Yo respeto el medio ambiente», se leía en muchas de las pancartas.

La manifestación se ha centrado en la defensa de las tradiciones campestres, con numerosas protestas ante la prohibición de la caza, «los que dicen que la leche del café procede de violencia de género animal», los que quieren prohibir los circos con animales, los toros o la pesca deportiva.

La marcha ha transcurrido sin incidentes acompañada de los sonidos de cencerros, tambores, bocinas e incluso caracolas. En las pancartas se podían ver nombres de asociaciones de rehalas, de cazadores con galgos o podencos, clubes de pesca, armerías, la Asociación Nacional del Arma y la Plataforma de Afectados por la Plaga de conejos, de gallos de pelea, cetreros y toros o representantes regionales como los de la sierra madrileña, Castellón, Alzira, Jaén o Alcántara, entre muchos otros venidos de toda España o de organizaciones como AFAMMER, cuya presidenta, Carmen Quintanilla, estuvo en la cabecera de la protesta.

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