Si el Ministerio de Sanidad anunciaba que daba marcha atrás en aplicar su semáforo nutricional al aceite, la leche y los huevos, ahora son las cinco grandes multinacionales que impulsaban un modelo de etiquetado nutricional propio las que han anunciado este martes 20 que suspenden las pruebas de este sistema en toda Europa para los productos de alimentación debido a la falta de apoyo.

Coca-Cola, Mondelez, Nestlé, Pepsico y Unilever presentaron en Madrid este sistema -al que llamaron Etiquetado Nutricional Evolucionado y que estaba basado en un semáforo de colores- hace trece días, un proyecto que recibió críticas de nutricionistas, asociaciones de consumidores y otras empresas.

La clave de la retirada ha sido la ausencia de «una definición armonizada de los tamaños de porción» a nivel europeo

Además, apenas cinco días después de este anuncio el Ministerio de Sanidad de España informó de su intención de implementar un sistema alternativo a éste llamado «Nutriscore», vigente ya en Francia y Bélgica y que también utiliza un semáforo de colores para definir los productos más y menos saludables, pero que se calcula de forma diferente.

En un comunicado conjunto, las cinco empresas han atribuido la suspensión del proyecto a la «insuficiente comprensión y apoyo al sistema propuesto» debido a la ausencia de «una definición armonizada de los tamaños de porción» a nivel europeo.

Una de las cuestiones que más polémica despertó del ENL fue precisamente que definía «tamaños de porción de consumo» que variaban en función de la categoría de producto, en vez de calcular el porcentaje de grasas, azúcares y sales siempre en base a 100 gramos.

En opinión de estas multinacionales, indicar la cantidad de nutrientes en unidades de consumo es más útil para el comprador, mientras que algunos expertos contradicen esta tesis por considerar que induce a error e impide una correcta comparación.

Los impulsores del proyecto han precisado que se suspenden las pruebas en productos de alimentación pero se mantendrán en bebidas, ya que estas últimas «no se consumen en porciones menores a 100 mililitros» y, por tanto, «el debate acerca de reflejar tamaños más pequeños en el etiquetado» no existe.

Además, han instado a la Comisión Europea a que estudie una armonización del uso de tamaños «más pequeños basados en porciones de consumo real» como el defendido en su sistema, en el marco del proceso iniciado por este organismo para elaborar un informe sobre sistemas de etiquetados nutricionales voluntarios.

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