El futuro del llamado pago verde de la PAC o greening se está complicando tras la decisión del Parlamento Europeo de no vetar la decisión de la CE de prohibir el uso de fitosanitarios en las Superficies de Interés Ecológico (SIE). La medida, que ahora deberá aplicar España y que deja al Ministerio con la ‘patata caliente’ de intentar cumplir con las exigencias europeas y con el enfado del sector, pone en riesgo miles de hectáreas y la viabilidad económica de muchas explotaciones que podrían acabar retirándose de la producción ante el coste que conllevaría cumplir con la nueva normativa.

La figura de la SIE se introdujo en la reforma de 2013 de la PAC y significa que cuando la explotación cuente con más de 15 hectáreas de tierra de cultivo, al menos el 5% de dicha tierra de cultivo y de las superficies que hayan sido forestadas en el marco de programas de desarrollo rural estará dedicada a alguna de las cuatro categorías de SIE por las que España ha optado y su cumplimiento es básico para el cobro del pago verde.

En las SIE están incluidas:

-Las tierras en barbecho que no se dediquen a la producción durante, al menos, nueve meses consecutivos desde la cosecha anterior y en el período comprendido entre octubre del año previo al de la solicitud y el mes de septiembre del año de la solicitud

-Las superficies dedicadas a cultivos fijadores de nitrógeno.

-Las superficies forestadas en el marco de los programas de desarrollo rural

-Las superficies dedicadas a agrosilvicultura que reciban, o hayan recibido, ayudas en el marco de los programas de desarrollo rural.

Enfado por la presión ecologista en cultivos que no lo son y atentar contra la viabilidad económica de las explotaciones

La medida ya ha provocado un fuerte enfado en las organizaciones agrarias, no sólo españolas, sino también europeas. A nivel nacional, ASAJA ha lamentado que el pleno del Parlamento Europeo haya desautorizado a la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo (COMAGRI) y se haya posicionado a favor de la prohibición del uso de fitosanitarios en las Superficies de Interés Ecológico (SIEs) «sin evidencias científicas», a la vez que recuerda que las Superficies de Interés Ecológico, según la nueva PAC, «son aquellas superficies de cultivo que se encuentran en barbecho o están sembradas con cultivos fijadores de nitrógeno (leguminosas) y nada tienen que ver con los cultivos ecológicos».

Asimismo, desde ASAJA lamentan profundamente la decisión de la Eurocámara «ya que no  supondrá, como apunta la Comisión, simplificación real alguna, sino todo lo contrario. La limitación de uso de estos productos de protección implicará una dificultad añadida para los productores que quieran disponer de las SIEs productivas, incluido los barbechos, y de plantaciones libres de malas hierbas, hongos, parásitos, plagas, etc».

En este sentido, considera que esta decisión «pone de manifiesto que los dos órganos europeos han tenido más en cuenta las presiones ecologistas ante las críticas vertidas desde el nacimiento del Greening, que los criterios y evidencias científicas». Desde ASAJA, ven que «han olvidado e ignorado la contribución positiva que hace el uso responsable de fitosanitarios y productos para la protección de plantas y cultivos, incluyendo la agricultura de conservación, activo importante en la lucha contra la erosión del suelo».

Por todo ello, desde ASAJA creen que esta prohibición,» sin evidencias científicas que la avalen, tendrá unos aspectos negativos para los más de 22 millones de agricultores europeos puesto que atentará contra la viabilidad económica de las explotaciones, tampoco ayudará a combatir la deficiencia que sufre la UE en la producción de proteínas y, por último, actuará en contra de la agricultura de conservación».

La medida no sólo complica el cobro del pago verde, sino que incrementará la erosión del suelo

También desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA de Castilla-La Mancha, se oponen al resultado de la votación del Parlamento Europeo, ya que puede suponer un retroceso en el día a día de la vida a los agricultores «al condicionar y endurecer el llamado Pago Verde de la PAC».

UPA considera que la decisión de prohibir los fitosanitarios en estas zonas traería más emisiones de carbono, más erosión de los suelos y una menor capacidad de retención de carbono por el terreno. «Con esta medida, si se prohíben los herbicidas sobre las tierras en barbecho y se aumenta el número de meses en los que el suelo tiene que estar desnudo, se incrementará la erosión del suelo. Más si tenemos en cuenta que la erosión ha provocado una pérdida media de productividad en los cultivos herbáceos españoles de unas 30 toneladas por hectárea y año; tal y como estiman desde el propio Ministerio según sus datos oficiales».

Así, desde la organización se confía en que España aplique esta medida «de la mejor manera posible para que no suponga un lastre en el sector primario». De cara a mejorar la biodiversidad, desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos se ha apostado por contemplar una alternativa no excluyente a los barbechos, como es la siembra de especies silvestres en determinadas zonas.

Asimismo, recuerdan que para suplir la prohibición de estos productos, habría que incrementar las labores sobre la tierra, para voltearla y eliminar las malas hierbas, lo que reduciría el contenido de materia orgánica del suelo, limitando su capacidad de captura de carbono, tal y como han explicado en más de una ocasión los técnicos de la organización agraria.

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