AGAMA Bajo Guadalquivir, ante el fin de plazo para la adaptación de los cultivos de algodón a las exigencias agroambientales para la concesión de ayudas, pide a la Consejería de la Junta de Andalucía que flexibilice la fecha límite por los factores climatológicos que ha impedido realizar los trabajos pertinentes.

AGAMA Bajo Guadalquivir explica que en la zona del Bajo Guadalquivir y las campiñas sevillana y gaditana se lleva recogida una acumulación de precipitación cercana a los 300 mm, casi un 60% por encima de la precipitación media de los cinco últimos años, y un 10% por encima del año con mayor precipitación dentro del mismo periodo.

AGAMA pide que se contrarreste la intransigencia con la que técnicos salen al campo a verificar la realización de estas exigencias

Esto, unido a unido a las características particulares de los suelos de cultivo, está generando una lenta lixiviación del perfil húmedo de los suelos, manteniéndose una plena capacidad de campo, cubierta casi permanentemente, lo cual está impidiendo la normal realización de labores preparatorias del terreno acordes a la presente época agrícola.

En este sentido, AGAMA insiste que, por estos factores, está siendo imposible atender a la realización de estas labores, más aún cuando con gran esfuerzo se está pudiendo terminar la recolección de los cultivos.

La organización pide a la Consejería que tenga en cuenta las circunstancias climatológicas particulares que se están padeciendo y contrarreste la intransigencia con la que técnicos de la misma salen al campo a verificar la realización de dichas exigencias agroambientales.

A este respecto, AGAMA añade que los técnicos cuentan con fechas límites para la ejecución de los informes, pero que son fechas impuestas bajo instrucción interna por el propio departamento de control, y no derivadas de la propia orden que regula las ayudas agroambientales, lo que posibilitaría que se pueda abrir la mano en los plazos exigidos para el cumplimiento de las exigencias agroambientales.

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