El secretario General del Comité Económico y Social Europeo (CERES), ex consejero andaluz y ex embajador en Marruecos y ante la UE, Luis Planas, será el nuevo ministro de Agricultura en el Gobierno de Pedro Sánchez. Y aunque ha dado la impresión de que su  designación ha sido casi sobre la marcha («parece que lo han nombrado cuando iba en el coche a la Zarzuela», como comentaba con ironía un representante agrario) su nombre fue de los primeros que sonaron desde el mismo momento que la moción de censura comenzó a tomar cuerpo.

Veterano de la política, pero sobre todo de lo relacionado con el mundo agrícola, se trata de una incoporación que, en las primeras impresiones, ha gustado al sector, ya que no solo tiene experiencia, sino que un largo bagaje en Europa donde se mantiene actualmente, por lo que no le costará nada adaptarse al ritmo necesario para incoporarse no solo al MInisterio, sino especialmente a la negociación de la PAC.

De hecho, cabe destacar que el secretario general del CES europeo defendía hace pocas semanas la necesidad de que la reforma de la PAC debe reforzar la posición financiera de los agricultores activos, así como su posición en la cadena de suministro. Una PAC fuerte y financiada adecuadamente es esencial para que la agricultura de la UE sea viable y sostenible, aseguraba el CERES en un comunicado.

Una postura que, en muchos sentidos, da un pequeño respiro al sector. Primero porque finalmente hay ministro, lo que hasta última hora de este miércoles 6 no estaba totalmente claro, y segundo porque se le considera un posible «contrapeso» ante el poder del nuevo Ministerio de Medio Ambiente, Energía y Cambio Climático.

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